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- September 15, 2023
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La oruga curiosa
La oruga curiosa
Había una vez una pequeña oruga llamada Carlota. Desde el momento en que nació, sintió un fuerte
deseo de explorar el mundo que la rodeaba. Carlota se arrastraba por las hojas, observando todo a
su alrededor con curiosidad.
Un día, mientras exploraba un jardín, Carlota se encontró con una oruga que estaba en el proceso de
convertirse en mariposa. Carlota estaba fascinada por el cambio que estaba sucediendo ante sus
ojos. Quería saber más sobre ese proceso y decidió que ella también quería experimentarlo.
Carlota se dedicó a explorar y alimentarse, creciendo cada día más y más. Pero también sabía que
algo estaba sucediendo dentro de su cuerpo. Se sentía inquieta e inquieta, y no sabía por qué.
Un día, mientras se encontraba en una rama, Carlota comenzó a sentir que algo extraño estaba
sucediendo en su cuerpo. De repente, sintió que algo se estaba rompiendo y se encontró en una
especie de capullo. Durante varios días, Carlota permaneció en su capullo, sintiendo que su cuerpo
estaba cambiando.
Finalmente, un día, Carlota emergió del capullo como una hermosa mariposa. Tenía alas brillantes y
un cuerpo elegante y delgado. Era un cambio increíble, y Carlota se sentía emocionada de ver el
mundo desde una perspectiva completamente nueva.
Carlota comenzó a explorar de nuevo, esta vez volando por el aire. A medida que exploraba, se dio
cuenta de que la vida estaba llena de cambios, y que cada etapa traía nuevas oportunidades y
desafíos.
Pero Carlota también descubrió algo importante: el cambio no tenía que ser algo malo. Podía ser
emocionante y traer nuevas oportunidades. A medida que Carlota seguía explorando, aprendió a
abrazar el cambio y a estar siempre lista para lo que viniera a continuación y así, Carlota siguió explorando y descubriendo, aprendiendo cosas nuevas y haciendo nuevos amigos en cada etapa de su vida. Pero nunca olvidaría el cambio increíble que la llevó de ser una pequeña oruga a una hermosa mariposa.
Después de su transformación, Carlota se dio cuenta de que había mucho más que ver y hacer en el
mundo. Comenzó a volar más lejos y explorar nuevas áreas, descubriendo cosas que nunca había
visto antes.
Un día, mientras volaba cerca de un jardín, Carlota vio a un grupo de orugas que se arrastraban por
las hojas. Recordó cómo se había sentido cuando ella era una oruga, y decidió que quería ayudar a
esas pequeñas criaturas a comprender el cambio que estaba por venir.
Carlota se acercó a las orugas y comenzó a hablarles sobre su propia experiencia de transformación
en una mariposa. Les explicó que aunque podían sentirse incómodas durante el proceso de cambio,
el resultado final valía la pena.
Las orugas escucharon atentamente las palabras de Carlota y comenzaron a mirarla con
admiración. Una de ellas incluso preguntó si algún día podrían convertirse en mariposas tan
hermosas como ella. Carlota sonrió y les dijo que sí, que si se mantenían curiosas y abiertas a
nuevas experiencias, podían llegar a ser cualquier cosa que quisieran.
Las orugas comenzaron a explorar el mundo de una manera nueva, abrazando su curiosidad y
buscando nuevas oportunidades. Carlota se quedó con ellas durante un tiempo, ayudándolas a
descubrir cosas nuevas y a prepararse para su propia transformación.
Finalmente, llegó el momento en que Carlota tuvo que seguir adelante. Se despidió de las orugas y
se alejó volando, emocionada por ver qué aventuras le esperaban a continuación.
Pero Carlota nunca olvidaría la lección que había aprendido: que la curiosidad y el cambio pueden
ser algo hermoso y emocionante. Y siempre estaría lista para explorar más, descubrir más y ayudar
a otros a comprender lo maravilloso que puede ser el mundo.